diciembre 03, 2009

Ayer.

El horizonte pintaba cielo gris, y tuve ganas de lanzarme de la cima de esta ciudad, para sentir el vértigo y llegar a tu absoluto, pero en cambio despierta en mi habitación, con mi corazón girando y preguntando: dónde estás? Pero tú salías a la hora en que el viento sale y luego en algún parque solitario apoyabas tu rostro melancólico en el regazo de quién te quiere y está a tu lado.

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