Estare de vacaciones, seguire escribiendo pero ahora con una pluma Y sobre papel.
los qüiero chicos. Sigan leyendome.
Muchos besos!
.
la solitude est un sentiment, un moment. Dans le même temps est fou, c'est l'éternité de l'espoir.
diciembre 18, 2009
diciembre 16, 2009
Adios blog, hasta luego azur.
Lindas canciones
me dedicaré un poco a la vida real
me despido con un fuerte abrazo
será un hasta luego ¿verdad?
ojalá sea sólo eso.
La muchacha a quien ama, se quedo callada.
Esta niña no cree en todos los que el pudo ser.
Ella le dijo Hasta luego.
me dedicaré un poco a la vida real
me despido con un fuerte abrazo
será un hasta luego ¿verdad?
ojalá sea sólo eso.
La muchacha a quien ama, se quedo callada.
Esta niña no cree en todos los que el pudo ser.
Ella le dijo Hasta luego.
Hombres.
Esta entrada no me pertenece, pero dicen que es mia.
Me gusto y no me gusto.
Le puse de titulo Hombres, por que?, no importa.
La mujer que me acompaña en el frio de la tarde y con sus pasos en la soledad de la noche, sonríe y me abraza muy fuerte cuando le cuento sobre la muchacha que amo, ella sabe que yo sé, que no todo depende únicamente de mi o de esa conspiración divina que el cielo devela para nosotros.
La mujer que comparte mi tiempo, también comparte mi vocación aunque con diferente intensidad y diferente lógica, ella dice por ejemplo que le debo a la vida el impuesto que a todos cobra, pero a mi no me va bien el derecho tributario y yo en cambio le propongo que si está así de cerca podría llegarle a querer hasta que me demuestre lo contrario, y sonríe otra vez e inesperadamente se cuelga de mi cuello como si fuera una niña, me gusta su transparencia que como una fresca lluvia pasa por mi cabeza.
Regreso a casa a mi mundo alucinado y mi mente y corazón viven con otra persona y en otra ciudad; me distraigo en la lejanía y la ausencia, creo que debería invertir la distancia o tratar de alterar lo que siento, pero no depende de mi, aunque quién sabe. Mientras tanto ella gravita a mí alrededor y yo alrededor suyo.
En esta temporada es agradable compartir la sombrilla roja que tengo con ella y protegernos ambos de la lluvia o algún meteorito que pudiera golpearnos la razón.
Me gusto y no me gusto.
Le puse de titulo Hombres, por que?, no importa.
La mujer que me acompaña en el frio de la tarde y con sus pasos en la soledad de la noche, sonríe y me abraza muy fuerte cuando le cuento sobre la muchacha que amo, ella sabe que yo sé, que no todo depende únicamente de mi o de esa conspiración divina que el cielo devela para nosotros.
La mujer que comparte mi tiempo, también comparte mi vocación aunque con diferente intensidad y diferente lógica, ella dice por ejemplo que le debo a la vida el impuesto que a todos cobra, pero a mi no me va bien el derecho tributario y yo en cambio le propongo que si está así de cerca podría llegarle a querer hasta que me demuestre lo contrario, y sonríe otra vez e inesperadamente se cuelga de mi cuello como si fuera una niña, me gusta su transparencia que como una fresca lluvia pasa por mi cabeza.
Regreso a casa a mi mundo alucinado y mi mente y corazón viven con otra persona y en otra ciudad; me distraigo en la lejanía y la ausencia, creo que debería invertir la distancia o tratar de alterar lo que siento, pero no depende de mi, aunque quién sabe. Mientras tanto ella gravita a mí alrededor y yo alrededor suyo.
En esta temporada es agradable compartir la sombrilla roja que tengo con ella y protegernos ambos de la lluvia o algún meteorito que pudiera golpearnos la razón.
diciembre 14, 2009
Amiga, querida amiga.

Tan triste como estoy esta noche, no tengo nada nuevo o agradable que contarte, preferiría enviarte este espacio en blanco –vacio- para que tu la llenases y me consueles devolviéndomelo, pero sé que no será así, preferiría escribirte en instantes diferentes a esta noche pero las circunstancias no las puedo evitar, perdona los excesos a los que me someto escribiéndote esta carta e invadir el espacio que has reservado para ti y para el muchacho que amas.
Amiga, querida y amadísima amiga, quisiera contarte que esta tarde he tropezado y he caído a un pozo de mentiras que inventaron para mi y yo he insistido en la tristeza y que ahora sólo el insomnio me jala de las orejas y con razón porque yo mismo me he vendado los ojos para no admitir ese falso sustento del que pendía el amor que aun siento a pesar del duro nudo de la garganta y estas gotas de sal que insistentes de mi rostro se desprenden como costras de heridas que aun no han cicatrizado.
Al demonio el melodrama diría, pero hablo a tu corazón desde el fondo del mío, no sé por qué ni para qué, tal vez sólo por el instintito catártico al que me someten mis nervios, pero es a ti a quién le hablo, que yo en cambio abrazo fantasmas y niego al hombre que amo, que pena que no pueda decirle a los ojos que en consecuencia que eres un hombre vacio, que ya no cree que el universo conspira en favor de nostros.
Yo.
diciembre 12, 2009
Un deseo.
Mientras caminaba bajo el tul negro de la noche, un niño fosforescente se me acercó y me preguntó “¿Ves aquella estrella que cae fugaz?” y cuando asentí dijo que me la regalaba con el deseo que lo contiene. “yo tengo muchas más” y de sus bolsillos sacó un puñado de estrellas que las extendió en sus manos hacia mi; me acerqué la mano al pecho y contuve mis deseos. Las estrellas si no las miras mueren me dijo el pequeño hombre iluminado y es así que levanté la mirada y una estrella agonizaba expresado en un ligero titileo.
Sospecho que el niño se desprendió del algún sol que habita algún punto del universo hasta que dio conmigo, tal vez porque así tenía que suceder, para salvarme del aletargamiento.
Las estrellas no tienen luz propia y están ya muertas dijo el hombre que amo, sin darse cuenta de los luceros algo adormilados que se abren en las mañanas en su rostro y la correspondencia que existe entre la noche y esos puntos mágicos que se apoderan de mi en esos instantes.
¿Querrá el hombre que amo regalarme un deseo?
Las estrellas caen fugaces y se hacen efímeras, no como nuestros casos. Espero.
Sospecho que el niño se desprendió del algún sol que habita algún punto del universo hasta que dio conmigo, tal vez porque así tenía que suceder, para salvarme del aletargamiento.
Las estrellas no tienen luz propia y están ya muertas dijo el hombre que amo, sin darse cuenta de los luceros algo adormilados que se abren en las mañanas en su rostro y la correspondencia que existe entre la noche y esos puntos mágicos que se apoderan de mi en esos instantes.
¿Querrá el hombre que amo regalarme un deseo?
Las estrellas caen fugaces y se hacen efímeras, no como nuestros casos. Espero.
diciembre 11, 2009
Suspensivo amor.

El hombre que existe vive en mi memoria y desprecia lo que digo, desde los versos más mínimos hasta los alejandrinos son para el, su conciencia y su corazón no giran sin mi, es la fidelidad que nos tenemos como cuando (...) , -el amor no se hace señores, se construye- pero es un decir, que el sin mi no es nada ni yo sin el soy algo, a pesar de que hablo, a pesar de que el sufre el (...) y la vida con otra menos imbécil y más rica que yo por decirlo de algún modo.
Lo singular es que cuando hablo el me entiende, incluso en esos idiomas que me alucinan y en el mater que me sostiene a medias me censura, no sé, nunca es suficiente y menos con las ganas, lo nervios y esto que quedará, pero es posible que no, que el olvido quemará todo o la inercia de los amores cobardes atará el dogal de la indiferencia, eso por su parte.
¿Y si hoy le dijera que le necesito?
Alargará los brazos y me dirá: yo sostengo cariño, o me dejará caer al vacio infinito que tanto me aterra?
diciembre 10, 2009
die wunder

wunder? was kann ich sagen? ist die Name vom die Frau dass meine Herzt hat.
wunder? Man kann sagen dass ist was Got machen aber für mich ist mein welt.
wunder? Ich wiess nich was es bist ich habe mein Freundin kennengelernt und ich kann allein für ihen sagen: mein herz wird immer für dich da sein!!
Ich liebe dich Wunder.
Wunder
.
¿Cambiar de tema?

"Si yo soy negro, mi alma es negra, más negra y pesada cuando eres: puntos suspensivos... o signos ¿?"
Y luego no dices nada, ni siquiera se oye acá el crujir de tus huesos en el frio y el gris nebuloso de mis ojos me deja ver sólo la insensata forma de apegarme al hombre que (YO) amo, como cuando le digo que saldré a caminar y mis pasos las comparto con el (ESPACIO ELIMINADO) que me acompaña y recibe mis caricias, si yo giro alrededor de su distancia y las imágenes surcan el plano de sus sentimientos, tan perceptibles, reales como el dolor de la negación y el pesimismo.
Les contaría más pero él ocupa todo mi espacio y mi memoria. (ESTO ES MENTIRA)
diciembre 05, 2009
.
Y luego de todo digo Adios.
El Adios no existe, lo ineludible esta cubriendo mi corazon desde muy dentro de mi, en mi silencio y en mis ausencias.
Declara luz que sin mi poder vivir no puedes.
Yo hoy no puedo.
El Adios no existe, lo ineludible esta cubriendo mi corazon desde muy dentro de mi, en mi silencio y en mis ausencias.
Declara luz que sin mi poder vivir no puedes.
Yo hoy no puedo.
Adios?

Se supone que cuando callas debo también hacer silencio. Se supone. Se supone que hoy me dejo al azar y mañana al silencio, así hasta que vuelvas o tal vez calles para siempre, eso nunca se sabe. Y yo que estoy suscrita nunca jamás irremediablemente, es decir niego las posibilidades. Se supone que hablo de ti y contigo, como una extensión de mi alma y de lo que siento. Se supone.
Se supone que a esta hora escapo de mi cuerpo para mañana especular de cómo duermes, y con qué, con quién y como sueñas, pero de día el alba se apodera de mi memoria por no decir que me distraigo con lo que dices –te quiero- hasta morir suavemente.
Se supone que es tarde, siempre es tarde, y debo dejarte porque esto es imposible y tu silencio es tácito. Se supone que te extraño tanto que esto ya no es una suposición.
Supón que te digo adiós, hasta un día de estos, o una noche de esas en la que te sienta tan cerca como en este instante.
Chao Cariño.
diciembre 03, 2009
Ayer.
El horizonte pintaba cielo gris, y tuve ganas de lanzarme de la cima de esta ciudad, para sentir el vértigo y llegar a tu absoluto, pero en cambio despierta en mi habitación, con mi corazón girando y preguntando: dónde estás? Pero tú salías a la hora en que el viento sale y luego en algún parque solitario apoyabas tu rostro melancólico en el regazo de quién te quiere y está a tu lado.
diciembre 02, 2009
Madrugada

Me desespera no saber que contarte a esta hora de la madrugada. Quisiera decirte que mi ventana iluminada no da luz a nadie y el frio que se arrastra es el recuerdo que se me ausenta por aquello que aun no he vivido, nada llena mi soledad salvo el miedo al péndulo que persigue mis horas que terminaran en un pozo que explotará al amanecer.
En éste instante me he quedado tan vacia y todo –es decir nada- a escapado de mi, tal vez por eso no tengo qué contarte, pero te diré que tienes que saber que a veces tengo un remolino en el pecho, no por elegir, sino porque las circunstancias te eligen siempre y precisamente a ti.
Tú que sabes! Me dirás, pero puedo contarte que la ciudad duerme y que los gatos repasan los techos, también ellos se funden luego de una pequeña agonía, un día de estos todos iremos a refugiarnos en tu habitación, llenaremos las paredes de historias y también colgaremos nuestra desesperanza.
Ojalá mañana no me desespere tanto y pueda contarte que lo de hoy fue culpa de la borrasca.
diciembre 01, 2009
(Sin asunto)

Le he puesto nombres a la nostalgia sin que se diera cuenta: Mario Emilio, que quise una vez, se marchará, y así fue, se marchó, porque sin sospecharlo yo, le había puesto alas, pero Mario Emilio me es fiel, se ató a mis sentimientos con sus ganas, pero a veces se estira tanto –porque así yo lo quiero- que casi no le logro ya verle ni siquiera sus emociones, en cambio otras veces cuando le quiero cerca regresa con tanto ímpetu, veloz y luminoso para repasar sus dedos sobre mi rostro, él dice que para sentirme real y autentica y yo ya no sé, tal vez en ese instante sólo estoy soñando.
La desesperación a veces me visita fingiéndose Mario Emilio y me doy cuenta ya luego de que anudara mi garganta, me exprimiera el pecho y me golpeará en el plexo solar, -sí, ahí mismo donde a veces habitan los amaneceres- pero feliz o infelizmente mi resignación lo espanta y se larga cabizbajo.
Cuando Mario Emilio y yo estamos a solas él me cuenta sobre sus obsesiones que dice siempre le frustran. Según le entiendo le gustaría trascender el tiempo y es el espacio, pasar a otra dimensión conmigo, quiere decir: volver a los lugares donde no estuvimos, o llorar y reír en la vida que no tenemos, así superar el ordinario que hacer de los seres humanos, precisamente sintiéndonos más humanos, aunque mi consentimiento sea tácito, yo le susurro al oído: sí, cariño.
Mario Emilio sin mi es inconsistente y temo que si abro los ojos se desintegrará como los dientes de león en los que tanto suelo pensar.
Tengo sueño, y Mario Emilio tiene que saber todo lo que siento por él, sin tiempos ni espacios o de cualquier modo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)